Como cada año, en el día 22 de marzo, celebramos el día mundial del agua para recordar la importancia vital de este preciado líquido. Según los datos de la ONU, 2.200 millones de personas viven sin acceso a agua potable debido a muchos factores como el impacto del cambio climático, el reparto injusto de las riquezas naturales…
Sin agua no hay vida y su escasez repercute en la calidad de vida de las personas que la sufren en muchos puntos del mundo. La franja de Gaza es un buen ejemplo de ello, pues los recursos acuáticos son escasos, los pozos disponibles están altamente contaminados con nitrato lo que supone un peligro para la salud y más del 90% de los habitantes se ven obligados a compra agua.
Algunos organismos internacionales describen la situación del sector del agua en Gaza como “catastrófica”, pues el porcentaje de su contaminación alcanza el 98% y sólo el 11% de las familias disponen de una fuente segura de agua potable, lo que se traduce en que sólo una familia de 10 tiene una fuente segura de agua potable tal como aparece en el informe del Organismo Palestino Central de Estadísticas. Otro estudio estadístico realizado por el Organismo Palestino de Aguas revela que las aguas presentan un deterioro en cantidad y en calidad debido a la extracción excesiva e injusta de la reserva subterránea, resultando insuficiente para satisfacer las continuas necesidades de agua en medio del crecimiento demográfico continuo y rápido.