En octubre, parte de nuestro equipo viajó al Líbano con un propósito claro: fortalecer nuestra presencia sobre el terreno y abrir nuevas vías de colaboración con las comunidades refugiadas palestinas y sirias. Lo que vivimos allí fue mucho más que una misión humanitaria; fue un encuentro profundo con la resiliencia, la creatividad y la fuerza de las familias que siguen resistiendo en medio de la adversidad.
Durante este viaje realizamos dos repartos humanitarios esenciales —Invierno Cálido y Cuotas de Huérfanos— y además iniciamos una nueva colaboración con un taller de tatreez gestionada por mujeres palestinas en los campamentos. Un paso que nos llena de orgullo y de responsabilidad.
Un viaje para escuchar, aprender y construir juntos
Nuestro equipo llegó a Beirut con el objetivo de evaluar necesidades reales, reunirse con organizaciones locales y visitar varios campamentos de refugiados. Cada encuentro nos recordó la importancia de estar presentes, de escuchar a quienes viven la realidad día a día y de trabajar mano a mano con ellas para que la ayuda sea realmente útil, respetuosa y sostenible.
Reparto de “Invierno Cálido”: abrigando a quienes más lo necesitan
El frío se acerca y las familias refugiadas lo sienten mucho antes que nadie. Las viviendas improvisadas no protegen del viento ni de la humedad, y la falta de recursos hace que incluso una manta pueda marcar la diferencia.
Gracias al apoyo de nuestra comunidad, realizamos un reparto de kits de Invierno Cálido, que incluían:
Mantas y ropa de abrigo
Ropa térmica para niños y adultos
Guantes, bufandas y gorros
Calzado adecuado para el invierno
Este reparto llegó justo a tiempo para aliviar a decenas de familias que viven en condiciones extremas. Ver cómo los niños se probaban los abrigos con una sonrisa eterna nos dio fuerzas para seguir.
Cuotas de huérfanos: acompañando y sosteniendo vidas
También durante este viaje hicimos entrega de las cuotas de huérfanos que tantas personas generosas apadrinan desde España. Estas ayudas no solo cubren necesidades básicas, sino que ofrecen estabilidad y alivio a familias que han perdido tanto.
Poder ver a las madres y tutoras recibir estas cuotas con tranquilidad y agradecimiento es una de las experiencias más significativas de nuestro trabajo.
Una nueva colaboración: tatreez hecho por mujeres palestinas
Uno de los momentos más especiales de nuestro viaje fue el encuentro con un taller de tatreez —bordado tradicional palestino— dirigida por mujeres increíbles que viven y resisten en los campamentos.
Estas mujeres no solo preservan un arte ancestral lleno de historia y memoria; también generan ingresos para sostener a sus familias y construir independencia económica en un contexto profundamente difícil.
Desde ahora, colaboraremos directamente con este grupo, apoyando:
La compra de sus productos
Su visibilidad
La creación de canales para que su arte llegue a España
Proyectos formativos y de empoderamiento
Creemos firmemente en el poder del tatreez como forma de resistencia cultural y económica, y nos emociona mucho comenzar este camino junto a ellas.
Volvemos del Líbano con el corazón lleno, con nuevos aprendizajes y con la certeza de que debemos seguir construyendo redes de apoyo que lleguen a quienes más lo necesitan.
Seguiremos informando sobre los próximos pasos de esta nueva colaboración y sobre cómo nuestra comunidad puede seguir apoyando a las familias refugiadas.
Porque cuando trabajamos unidos, nuestro impacto crece y llega más lejos.





