Mientras las temperaturas bajan, miles de familias en Gaza siguen viviendo entre ruinas, sin refugio ni abrigo.
El invierno no solo trae frío: trae enfermedad, agotamiento y un dolor que se intensifica con cada ráfaga de viento.
Las condiciones en los campamentos de desplazados son extremadamente duras. Más del 70 % de la población gazatí ha perdido su hogar y las bajas temperaturas agravan las enfermedades respiratorias, especialmente entre niños y ancianos.
La mayoría de las familias solo dispone de una muda de ropa, y muchas duermen al aire libre o bajo plásticos improvisados.
Desde el Comité de Apoyo al Pueblo Palestino (CAPP), lanzamos la campaña “Invierno Cálido” para ofrecer alivio ante este frío devastador.
Gracias a la solidaridad de muchas personas, hemos realizado un reparto de ropa de invierno en los diferentes campamentos de refugiados, alcanzando a más de 1 000 beneficiarios.
Cada abrigo, cada manta y cada par de zapatos entregados representan más que una prenda: son un recordatorio de que no están solos.
El invierno en Gaza aún no termina, y las necesidades siguen creciendo. Con tu apoyo, podemos continuar distribuyendo ropa, mantas y estufas a las familias que más lo necesitan.
Cada donación se transforma en calor, dignidad y esperanza.
Ningún niño debería temblar de frío en su propia tierra.
Tu ayuda puede marcar la diferencia hoy.





