La ciudad de Khan Younis, ubicada en la Franja de Gaza, se encuentra estremecida ante el descubrimiento de una fosa común en el patio del Complejo Médico Nasser. Hasta el momento se han recuperado 283 cuerpos, todos ellos con signos evidentes de haber sido ejecutados. Sin embargo, se teme que un número considerablemente mayor de cadáveres aguarde ser desenterrado, con estimaciones que sugieren que el total podría superar los 400.
Este hallazgo se produce tras la retirada de las tropas israelíes de la ciudad el pasado 7 de abril, tras cuatro meses de enfrentamientos, dejando tras de sí una desoladora estela de destrucción. El Hospital Nasser, que antaño simbolizaba la esperanza y la curación, yace ahora en ruinas, completamente destruido e inoperativo.
El ejército israelí justificó sus operaciones en el Hospital Nasser alegando que, al igual que en otros complejos, había presencia de presuntos miembros de Hamás y de la Yihad Islámica. Sin embargo, fuentes médicas han rechazado esta afirmación, denunciando un ataque indiscriminado contra pacientes y personal médico, algunos de los cuales fueron blanco de disparos de francotiradores.
Lamentablemente, no se trata de un caso aislado en la región. Recientemente, ha salido a la luz un suceso similar en el Complejo Médico al-Shifa, en la ciudad de Gaza, donde se exhumaron 409 cadáveres, entre los cuales se incluyen niños cuyas extremidades superiores e inferiores estaban atadas, así como cuerpos decapitados, desollados y sin órganos. No obstante, el paradero de unas mil personas, incluyendo civiles, personal médico y periodistas, que se encontraban en el recinto durante el asalto militar israelí, es aún desconocido. Se sospecha que sus restos podrían haber sido ocultados en otro lugar.
Estos eventos son un espeluznante testimonio de la violencia y brutalidad que ha asolado la Franja de Gaza desde el inicio del conflicto. Durante el pasado fin de semana, el Ministerio de Salud de Gaza informó que el número de víctimas ascendía a 34,183. Sin embargo, es probable que esta cifra sea insuficiente ya que numerosas personas siguen desaparecidas.
El ataque deliberado contra instalaciones sanitarias, personal y civiles es una grave violación del derecho internacional humanitario y constituye un crimen de guerra. Es el momento de exigir responsabilidades a quienes perpetúan la violencia y de garantizar el cumplimiento del derecho internacional humanitario, con el fin de proteger a los pacientes, al personal sanitario y humanitario, así como a las infraestructuras sanitarias y a la población civil.