En la pequeña superficie de la franja de Gaza, viven más de 2 millones palestinos hacinados en unas pésimas condiciones económicas y de vida a causa del continúo embargo israelí desde el año 2006.
Según ` el Observatorio Euro-mediterráneo para los Derechos Humanos´, en el año 2020, el índice del paro alcanzó más del 49%, mientras la pobreza alcanzó el 56%, en medio del embargo que seguía vigente y sin tregua.
Desde que Israel declaró la guerra sobre la franja de Gaza el 10 mayo 2021, sigue estrechando el cerco estrangulando la economía de la franja. No se limitó a destruir decenas de fábricas e instalaciones comerciales, sino que sigue con el embargo impidiendo la entrada de muchas materias primas necesarias para muchas industrias.
Según datos del `Centro Palestino de Estadísticas´, los índices de paro y pobreza en Gaza han aumentado, durante los últimos tres meses del año pasado, hasta alcanzar el 89%, un porcentaje nunca alcanzo antes en las tierras palestinas, ya que antes de la última guerra era del 75%.
Cabe destacar que la economía de Gaza, antes del 2020, estaba sufriendo durante décadas por factores externos e internos, siendo el embargo el factor más peligroso y
más dañino. De los problemas económicos más importantes que afectan a la franja actualmente:
♦ El aumento del índice de paro a un nivel altísimo y sin precedente.
♦ El deterioro considerable del nivel de vida.
♦ La fuerte bajada de los sueldos.
El 80% de las familias pobres en Gaza dependen de las ayudas humanitarias prestadas por las asociaciones benéficas. Y nosotros, en la fundación CAPP, sabemos de primera mano la dureza de las condiciones de vida de esas familias, prueba de ello nuestra larga y demostrada experiencia a través de nuestros proyectos permanentes como los apadrinamientos de huérfanos, la campaña de Ramadán…