En Gaza, la vida se tambalea bajo los escombros. El genocidio israelí, que continúa impunemente desde hace más de siete meses, ha provocado una catástrofe humanitaria sin precedentes. El 80% de la infraestructura ha sido destruida: hospitales, escuelas, mezquitas, viviendas, redes de saneamiento… Todo ha sido arrasado con una violencia sistemática que busca borrar la existencia de un pueblo entero.
Más de 2 millones de personas han sido desplazadas forzosamente. La mayoría ha perdido su hogar. Familias enteras sobreviven sin acceso a comida, agua potable ni atención médica, bajo bombardeos constantes y un asedio que impide la entrada de ayuda humanitaria. Gaza se muere de hambre, y el mundo guarda silencio.
Y sin embargo, en medio de esta tragedia, la solidaridad se abre paso.
Desde la Fundación Círculo de Apoyo a los Pueblos (CAPP), y gracias a tu apoyo, hemos construido campamentos para 80 familias palestinas que lo habían perdido absolutamente todo.
Un techo donde no había nada
Durante semanas, miles de personas dormían al raso, entre el frío, el miedo y la incertidumbre. Con el trabajo incansable de nuestros equipos sobre el terreno y las donaciones que hemos recibido, hemos logrado levantar espacios seguros y dignos donde ahora pueden refugiarse decenas de familias.
Cada campamento cuenta con lo esencial para vivir con algo de dignidad: estructuras resistentes, aislamiento básico, acceso a agua y baños comunes. No es una solución definitiva, pero es un respiro en medio del horror. Es un lugar donde los niños pueden dormir sin lluvia, donde las madres pueden cocinar sin miedo, donde los ancianos pueden descansar.
Cada tienda, una historia de resistencia
Detrás de cada una de estas tiendas hay una historia rota, pero también una nueva posibilidad. Hay bebés que nacieron bajo las bombas y que ahora duermen bajo techo por primera vez. Hay mujeres que habían perdido a sus maridos, pero no su fuerza. Hay jóvenes que han perdido todo, menos su esperanza.
Esto es solo el comienzo
Haber construido refugio para 80 familias es un paso inmenso, pero todavía hay miles más esperando. La situación en Gaza es tan grave que cada segundo cuenta. No podemos bajar la voz. No podemos parar.
¿Cómo puedes seguir ayudando?
Dona: Cada euro es una tienda, una manta, una comida caliente.
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En Gaza intentan exterminar la vida. Nosotros la defendemos.
Mientras intentan borrar a un pueblo entero, nosotros insistimos en que su vida vale. Vale cada esfuerzo, cada gesto, cada donación. Gracias a ti, 80 familias han recuperado algo de lo que nunca debieron perder: un lugar seguro donde resistir.
