Han pasado ya diez años desde que estas tierras fueron recuperadas por la comunidad de Gaza, propietaria por ley. Hacía falta mucha ayuda para aprovechar estas tierras, pero las posibilidades de la gente de Gaza eran mínimas. Gracias a la gran colaboración de la comunidad melillense, desde la fundación CAPP conseguimos poner en marcha el proyecto del invernadero de Hattin.
Díez años después, el resultado habla por sí mismo del gran esfuerzo que hicisteis para que este sueño se hiciera realidad. Van a seguir cosechando frutos durante muchos años y vosotros que colaborasteis seguiréis cosechando recompensas en esta vida y en la otra.
Muchísimas gracias a todos y todas por vuestra solidaridad y vuestra generosidad.