Ya han pasado 75 años desde que Israel entró a la fuerza en Palestina y expulsó a 750.000 palestinos de sus hogares y tierras. 75 años desde que Israel se autoproclamó dueña de esas tierras y creó el Estado ilegal de Israel. Han pasado 75 años y la comunidad no ha hecho nada por solventar este problema que lleva martirizando a los palestinos desde 1948.
Pero antes de que la Nakba diese comienzo, los colonos israelíes llevaron a cabo una de las masacres más importantes y que la historia debe conocer y nunca olvidar. El 11 de abril de 1948 los grupos paramilitares de Irgún y del Lehi llevaron a cabo una incursión en el pueblo de Deir Yassin, que se encontraba cerca de la ciudad de Jerusalén. Es este pueblo se asesinaron a 107 personas incluyendo niños, mujeres y ancianos. En esta masacre se llegaron a cometer verdaderas atrocidades como violaciones a las mujeres y matanzas indiscriminadas.
La fuerza paramilitar judía Haganá condenó esta masacre e incluso figuras judías con renombre internacional como la escritora Hannah Arendt también criticaron esta masacre al pueblo palestino. En la actualidad, Deir Yassin desapareció tras ser demolida bajo la orden de Ben Gurion, los edificios que sobrevivieron han pasado a formar parte del Hospital para enfermos mentales Kfar Shaul y se encuentran detrás de la valla con la entrada restringida.
Los palestinos no olvidan estos hechos y no olvida sus tierras, las cuales fueron arrebatadas a la fuerza mientras el mundo les daba la espalda, dejando a Israel hacer lo que quisiese.
Pero ¿Por qué la ONU no hace nada al respecto?
Bajo el mandato británico se apoyó la causa sionista de crear un estado judío solo para judíos y no había mejor lugar que crear dicho estado en el territorio palestino, que se encontraba bajo el mandato británico. El conflicto entre los palestinos nativos y los colonos sionistas no tardaron en surgir, incapaces de resolverlo, Gran Bretaña decidió ceder la solución a la ONU y abandonar el territorio después de que el grupo Irgún Tzvai Leumi perpetrase un atentado en el Hotel Rey David de Jerusalén.
Tras estos hechos, la ONU promulgó la primera resolución y fue la resolución 181, la cual dividió la Palestina histórica en dos estados: el estado de Israel y el Estado de Palestina.
Tras la marcha del Imperio Británico de Palestina, los sionistas declararon la independencia el 25 de abril de 1948 y el 15 de mayo de ese mismo año atacaron a la población palestina, quienes fueron expulsados de sus tierras e Israel se las anexionó. Israel llevó a cabo una limpieza étnica expulsando a 750.000 palestinos de sus casas y prohibiendo su entrada de nuevo, esto sucedía mientras la comunidad internacional observaba, pero no hacía nada por ayudar.
El 15 de mayo, Israel celebra es día de la independencia y los palestinos celebran o conmemoran el día de la Nakba (catástrofe en árabe), sin embargo, los colonos israelíes han prohibido todo acto de conmemoración en los territorios palestinos ocupados. Los palestinos que residen en Israel tienen prohibido mostrar banderas de Palestina como símbolo de opresión contra el régimen sionista. Por otro lado, todos aquellos palestinos que huyeron en 1948 tienen prohibido regresar a Palestina a pesar de que la ONU, en la Resolución 181 estableció el derecho al retorno para todos los palestinos y este derecho es inviolable, además de ser legal bajo la resolución y la legislación internacional.
La Nakba ocurrida en 1948 provocó una oleada migratoria masiva por parte de la población palestina que la ONU decidió crear la UNRWA, quienes se han dedicado a la protección económica, social, educativa y sanitaria de millones de palestinos que se encuentran en los campamentos de refugiados o incluso dentro de la propia Palestina bajo el régimen israelí.
Han pasado 75 años y los palestinos continúan viviendo en una Nakba permanente, mientras que muchos países árabes han decidido dar la espalda a sus hermanos palestinos, la comunidad internacional sigue sin ayudar a este pueblo. Mientras tanto, Israel continúa atacando, amenazando y masacrando a niños, mujeres y hombres de origen palestino, cometiendo así crímenes de lesa humanidad.